Tres décadas han pasado desde que en 1981 se registró el primer caso en el mundo de un paciente diagnosticado con el Virus de Inmuno Deficiencia Humana (VIH) y que dos años después llegó a Chile.
Si bien, la mortalidad causada por el VIH ha disminuido por el acceso universal a la terapia antirretroviral, los contagios siguen creciendo y los mitos y la estigmatización sobre la enfermedad persisten, obstaculizando su comprensión y prevención.
En virtud de aquello, el Equipo Gestor de Promoción de la Salud y Calidad de Vida de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) con la colaboración de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Valparaíso, realizaron un seminario como parte de un ciclo, en el que abordaron el tema del VIH/SIDA, las vías de contagio y los programas de prevención existentes.
PERSISTE CONFUSIÓN
La enfermera-matrona y académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha, Rosalba Orellana, sostuvo que, pese a los 30 años de la presencia de la enfermedad, sigue habiendo confusión entre VIH y SIDA.
“El Virus de Inmuno Deficiencia Humana es un estado de asintomático, con el que puede vivir la persona muchos años antes que se exprese en el SIDA, que es el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Una enfermedad sintomática, donde las manifestaciones clínicas ya están, aparecen en etapa avanzada de la infección y que, afortunadamente, está en las Garantías Explícitas de Salud, GES, y todas las personas pueden acceder al tratamiento”, precisó la académica UPLA.
El VIH en Chile se transmite, principalmente, a través de relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección. Pero también por medio del intercambio de jeringas entre personas contagiadas y transfusiones de sangre, aunque en nuestro país ese riego está controlado, ya que desde 1987 toda la sangre donada se examina para detectar VIH. Igualmente, la transmisión puede ocurrir desde una madre portadora del virus a su hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
La enfermera Orellana afirmó que el VIH se puede transmitir también por rasuradoras, máquinas de afeitar e instrumentos para hacer piercings y tatuajes sin esterilizar, y fue enfática en descartar la transmisión del virus a través de abrazos, besos, insectos o heridas en contacto con el entorno.
Desde que comenzó en los ’80 esta pandemia, 32 millones de personas en el mundo han fallecido producto de enfermedades relacionadas con el SIDA. En Chile, según ONUSIDA, 70 mil personas viven con VIH y al año se infectan 5 mil.
Desde el 2016 ha habido un aumento de un 20% de contagios en la población adolescente de 15 a 19 años (tasa de 9,1 por 100 mil habitantes). En 2018, el grupo etario de 20 a 29 años presentó las mayores tasas de nuevos casos (99.2 por 100 mil habitantes).
CERO CASOS DE SIDA A 2030
La enfermera-matrona, encargada de Epidemiología del Programa de Prevención y Control de VIH/SIDA e ITS de la Seremi de Salud de Valparaíso, Viviana Ledezma, expresó que el VIH se puede prevenir y detectar precozmente, usando siempre correctamente condones masculinos o femeninos, evitando compartir jeringas, realizándose desde los 14 años el test rápido gratuito para detectar VIH en CESFAM o en operativos de testeo en espacios públicos realizados por la Seremi de Salud o el Instituto de la Juventud. Si resulta positivo, iniciar tratamiento antirretroviral, oportunamente, el cual está dentro de las Garantías Explícitas de Salud.
“Tenemos como desafío para el 2030 no presentar en Chile casos de SIDA. Las personas que conocen su condición durante la etapa de VIH, si ingresan a tratamiento se pueden mantener en esa etapa por toda su vida y nunca ser un caso de SIDA, y ese es nuestro desafío”, dijo la enfermera Ledezma.
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